domingo, 9 de junio de 2013

Santiago Zapotitlan (entre arboles de zapotes)



Santiago Zapotitlán

 

 

Santiago Zapotitlán es uno de los siete pueblos de Tláhuac. Debe su nombre en náhuatl a la abundancia de árboles de zapote blanco; los panaderos suelen adquirir ahí sus hojas perfumadas para envolver el pan de fiesta, que así se conserva fresco y aromático.
Hemos sido invitados a la segunda Feria del Tamal organizada por el Centro Cultural de la población. Mientras hablamos con los participantes, se escucha el repique de difuntos desde la iglesia de sobria fachada de tezontle. Las campanas doblan por doña Betita, mujer estimada que llegó a cumplir cien años. Pensemos en el conocimiento, la sabiduría, las imágenes que atesoró.


Zapotitlán fue por siglos una población agrícola. Aún se cultivan maíz, frijol, ayocote y calabaza; también algunos quelites. El crecimiento de la ciudad ha cambiado su ritmo de vida y sus costumbres, pero su gente sigue orgullosa de su origen.
La feria tiene como propósito reunir a las familias y dar a conocer las habilidades de las amas de casa para preparar las recetas tradicionales. Llaman la atención los tamales judas; se les nombra así por ser propios de Semana Santa. Se elaboran con harina de alverjón y de maíz tostados; se agrega miel de piloncillo, se baten y se envuelven en hoja de maíz. Son una delicadeza.
Otros tamales son de verdolagas, de hongos, de rajas con queso, además de los verdes, rojos, de mole y chiapanecos. Los de frijol suelen acompañar el mole. Se envuelven metiendo las puntas de las hojas de maíz por un extremo.






El maíz con que se elaboran éstos y los demás tamales se produce en Zapotitlán; hay maíz blanco, azul y rojo. También es muy bueno el frijol; tiene un sabor especial por el clima y la humedad de la zona. Es sabroso el guiso de elote con nopales, sazonados con cebolla y epazote. Entre los tamales dulces hay de chocolate, de pasa, de piña, de zarzamora y de elote duro o sazón no muy molido, con tequesquite y canela.
Como en otros lugares de la región, aquí se elaboran tlapictles. Son de vísceras de pollo; cuando llevan carpa, ajolote u otras especies acuáticas, se llaman mextlapiques.
Observamos que no sólo se venden tamales, esquites en agua y sofritos, tlacoyos, enchiladas y diversos atoles, como el de pinole hechos con maíz, sino además alegrías, nieves, dulces cristalizados y en conserva, arroz con leche y otros postres. También hubo sabroso ponche.
Fue amplio el programa de música y bailables; destacó la exposición sobre el maíz con museografía de Lázaro González Peña, habitante de Zapotitlán. Las autoridades de la delegación ofrecieron su apoyo para que visite los otros pueblos de Tláhuac.
http://www.jornada.unam.mx/2009/10/06/cultura/a06o1cul















http://municipiolibreac.wordpress.com/2009/07/06/el-poder-de-las-mayordomias-santiago-zapotitlan-ciudad-de-mexico/


http://ciencias.jornada.com.mx/noticias/el-zapote-contra-la-hipertension