Santiago Zapotitlan (entre Zapotes)
lunes, 27 de julio de 2015
viernes, 4 de abril de 2014
Arbolito de zapote blanco
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Ubicación:
Santiago Centro, Tláhuac
domingo, 9 de junio de 2013
Santiago Zapotitlan (entre arboles de zapotes)
Santiago Zapotitlán
Santiago Zapotitlán es uno de los siete pueblos de Tláhuac. Debe su nombre en náhuatl a la abundancia de árboles de zapote blanco; los panaderos suelen adquirir ahí sus hojas perfumadas para envolver el pan de fiesta, que así se conserva fresco y aromático.
Hemos sido invitados a la segunda Feria del Tamal organizada por el Centro Cultural de la población. Mientras hablamos con los participantes, se escucha el repique de difuntos desde la iglesia de sobria fachada de tezontle. Las campanas doblan por doña Betita, mujer estimada que llegó a cumplir cien años. Pensemos en el conocimiento, la sabiduría, las imágenes que atesoró.
Zapotitlán fue por siglos una población agrícola. Aún se cultivan maíz, frijol, ayocote y
La feria tiene como propósito reunir a las familias y dar a conocer las habilidades de las amas de casa para preparar las recetas tradicionales. Llaman la atención los tamales
judas; se les nombra así por ser propios de Semana Santa. Se elaboran con harina de alverjón y de maíz tostados; se agrega miel de piloncillo, se baten y se envuelven en hoja de maíz. Son una delicadeza.
Otros tamales son de verdolagas, de hongos, de rajas con queso, además de los verdes, rojos, de mole y chiapanecos. Los de frijol suelen acompañar el mole. Se envuelven metiendo las puntas de las hojas de maíz por un extremo.
El maíz con que se elaboran éstos y los demás tamales se produce en Zapotitlán; hay maíz blanco, azul y rojo. También es muy bueno el frijol; tiene un sabor especial por el clima y la humedad de la zona. Es sabroso el guiso de elote con nopales, sazonados con cebolla y epazote. Entre los tamales dulces hay de chocolate, de pasa, de piña, de zarzamora y de elote duro o sazón no muy molido, con tequesquite y canela.
Como en otros lugares de la región, aquí se elaboran tlapictles. Son de vísceras de pollo; cuando llevan carpa, ajolote u otras especies acuáticas, se llaman mextlapiques.
Observamos que no sólo se venden tamales, esquites en agua y sofritos, tlacoyos, enchiladas y diversos atoles, como el de pinole hechos con maíz, sino además alegrías, nieves, dulces cristalizados y en conserva, arroz con leche y otros postres. También hubo sabroso ponche.
Fue amplio el programa de música y bailables; destacó la exposición sobre el maíz con museografía de Lázaro González Peña, habitante de Zapotitlán. Las autoridades de la delegación ofrecieron su apoyo para que visite los otros pueblos de Tláhuac.
Ritual del Fuego Nuevo
Santiago Zapotitlán es uno de los siete pueblos que conforman la delegación Tláhuac, Distrito Federal, México. Se localiza al noroeste de la cabecera delegacional, al pie del volcán Xaltepec, en la sierra de Santa Catarina,
y cuenta con una población aproximada de 76 mil habitantes, con lo cual
se considera el sitio más poblado de la delegación, y el segundo más
poblado de las delegaciones del sur, solamente superado por Xochimilco.
Zapotitlán es un pueblo muy famosos por sus ferias y fiestas, entre las
que destacan la feria de luces y música, sin duda la más importante
dentro de la delegación y a nivel nacional; es una de las más visitadas,
junto con la feria de Texcoco y la feria de San Marcos.
También es relevante el carnaval, una de las tradiciones con más
historia dentro del pueblo. Actualmente el pueblo está dividido en siete
barrios: Santiago sur, Santiago centro y Santiago norte, Santa Anna
sur, Santa Anna centro, Santa Anna norte y Santa Anna Poniente, además
de la colonia la Conchita Zapotitlán.
Orígenes prehispánicos de Zapotitlán
Los antecendentes históricos de lo que hoy conocemos como Tláhuac, antiguamente Cuitláhuac, lo ubican como el lugar donde se establecieron los cuitlahuacas, que se situaron en la antigua ribera de los lagos de Xochimilco y de Chalco. A su llegada a esta región, se encontraba poblada por otros grupos chichimecas, asentados con anterioridad, ya que habían superado sus orígenes nómadas y habían construido un refinado sistema de pensamiento en torno al Cosmos, la mitología, el lenguaje, etcétera, y el culto a la sabiduría, la serpiente emplumada de Quetzalcóatl. Dentro del grupo de los recién llegados, los cuitlahuacas ocupaban una comunidad insular llamada Cuitláhuac (Tláhuac), localizada entre los lagos de Xochimilco y Chalco y conectada a tierra firme por las calzadas al Norte y al Sur. Este islote representaba la cabecera de la región cuitlahuaca, que extendía su territorio a otras regiones en tierra firme, el lago que cubría la mayor parte del territorio Cuitlahuaca se abastecía de los ríos que corrían del Este y de otros arroyos formados por las vertientes de los volcanes que formaban en su lado oriente. Los cuitlahuacas formaban parte de los grupos extendidos en la mayor parte del Valle de México y de Toluca. No representaba un grupo homogéneo políticamente estructurado, aun cuando participaban del mismo sistema lingüístico. Y, no obstante que mantenían rasgos culturales semejantes, se diferenciaban políticamente en el intento casi permanente por ejercer su hegemonía. Se asentaron alrededor de 1435, aunque se tiene registro de que los primeros pobladores se asentaron hacia 1222, en el margen de los lagos del sur de la cuenca de México, al pie de la Sierra de Santa Catarina.
Zapotitlán, pueblo lacustre, subsistía principalmente de la explotación del lago de Xochimilco, y su actividad económica estaba basada en la utilización de los recursos del lago; aunque también se practicaba la siembra temporal en los llanos, pies de monte y cerros circundantes.
Con el establecimiento del imperio mexica, se daban luchas constantes entre los grupos locales por conquistar nuevos territorios. Fue así como Zapotitlán obtuvo grandes extensiones de territorio. Sin embargo, su provincia tributaria para el régimen mexica era Petlacalco según el Códice Mendocino. Incluía el lago de Chalco y su orilla sur. Junto a Zapotitlán tributaban otros pueblos como Cuitláhuac, Tezcacóatl, Mixquic, Toyac y Tecalco, entre otros.
La cosmovisión
La cosmovisión mesoamericana que tiene el pueblo de Santiago es sui generis en las culturas de la ciudad de México: “El ciclo del maíz permitió esta cosmovisión que conservan de manera fragmentada, pero que corresponde a la visión que tenían los mesoamericanos antes de la llegada de los españoles”. La característica de la religión mesoamericana la constituía la dualidad; esa existencia en dos extremos, que se niegan y confirman a la vez, donde existe lo bueno porque existe lo malo, la vida por la muerte, lo húmedo por lo seco y así, infinitamente. Esta característica se evidencia en el pueblo de Santiago Zapotitlán, al considerarse este principio en su patrón urbanístico, pues el pueblo originalmente se compone de dos barrios: el de Santa Ana, al poniente (femenino) y el de Santiago, al oriente (masculino). En el pueblo de Zapotitlán, es este esquema dualista el mismo que impera en el reparto de autoridades, pues cada barrio tiene sus mayordomías, las cuales se organizan en números ascendentes a partir de su cercanía con la línea divisoria, que es la calle transversal a la avenida Tláhuac, misma que pasa frente a la iglesia. Este lugar marca el centro del pueblo y es donde se realiza la espectacular quema de “castillos”. El centro o la plaza, es otro elemento mesoamericano, que en aquella época se señalaba con un árbol, el llamado “árbol cósmico” que divide al mundo en tres niveles (en sus raíces, el mundo de los muertos; en su tronco, el mundo de los vivos; y en el follaje, el mundo de los dioses). Zapotitlán tiene como elemento representativo al árbol del zapote, un árbol que muestra frutos en sus tres ramas y en el tronco, unos dientes (tlanti). La dualidad de esta cultura se puede observar en el culto al dios Ometéotl, que aunque no se podía representar gráficamente, se sabe que tenía dos caras: Omecíhuatl dos mujer, Ometecutli, dos hombre. Son máscaras que existen en el Museo de Antropología, donde se representa en una mitad el cráneo y en la otra, la cara íntegra del dios. Esta representación, apunta el investigador “es la noción del dualismo, se supone que la divinidad en términos náhuatl era una dualidad, todos los dioses y diosas son manifestaciones de Omecíhuatl y Ometecutli”.Toponimia de Zapotitlán
La frontera norte cuitlahuaca por el lado noroeste la marcaba Tzapotitlán, representado por un árbol que muestra los zapotes en sus tres ramales, y en el tronco unos dientes tlantli, que representan la terminación tlan. El nombre propio es Tzapotitlán, que se compone de Tzapotl, abreviación de Cuatzapotl, árbol de zapote, y titlan, "entre"; por lo tanto, significa "entre árboles de zapote".Danza en Zapotitlán
Una de las danzas tradicionales del pueblo de Santiago Zapotitlán es la danza prehispánica. En 1901 levantó el estandarte el general Juan Jiménez Castañeda, quien heredó su legado al general Santiago Jiménez Gómez (hijo), quien a su vez lo heredó al general Agustín Jiménez Gómez (hijo); actualmente heredó tan grande tradición el capitán José Luis Jiménez Arenas (nieto). Los herederos siguen efectuando las danzas con motivo de las festividades del pueblo; cada medio año se reúnen para proporcionar cantos y danzas en honor al santo patrono del pueblo. A lo largo de los años se ha mantenido viva esta tradición, y se ha venido inculcando a las nuevas generaciones el amor y convicción de continuar gran tradición que perdurará por muchos años más.Época colonial: fiscales, samaneros e iglesias
A raíz de la conquista española, se inicia el proceso de evangelización estableciendo parroquias; este proceso comprendía dos etapas. En la primera, la más violenta, se hizo frente directamente con toda intolerancia el pensamiento nativo. En la segunda, el proceso de aculturación absorbió gran parte de las divinidades prehispánicas, integrándolas con los santos cristianos. Por lo tanto, a Zapotitlán se le incorpora Santiago, que quedaría como santo patrono del pueblo. Los antiguos rituales paganos tuvieron su derivación al tratar de influir en los ciclos de la Naturaleza, tras lo cual los colonizadores probaron la efectividad de la pólvora y los fuegos artificiales para sustituirlo y así tener control ideológico sobre los indígenas, con lo que se incorporaron de manera definitiva a las nuevas tradiciones. La ubicación del templo católico se situó justo en medio de los dos calpullis, probablemente en el mismo lugar en el que se encontraba el templo prehispánico.Un primer templo fue construido de materiales perecederos. En 1641 se construyó un segundo templo, que finalmente se demolió en 1938 para edificar el actual templo, que a su vez se terminó en 1941 y recibió el nombre de Parroquia de la Inmaculada Concepción y que conserva un óleo del siglo VII dedicado a la Sagrada Familia de la Virgen María.
Cultura
En función de sus usos y costumbres y para mantener vivas sus raíces y tradiciones, las 23 mayordomías del pueblo de Santiago Zapotitlán, 12 de ellas del Barrio de Santa Ana y 11 del Barrio de Santiago, son las encargadas de toda la planeación y organización de las fiestas religiosas.Las Fiestas Patronales del Pueblo de Santiago Zapotitlán son las de “Luces y Música”, y se celebran durante la semana que corresponda al día 4 de febrero, cuando se festeja al Señor de las Misericordias. Lo mismo pasa en el mes de julio, durante la semana correspondiente a los días 25 y 26, dedicados a Santo Santiago Apóstol y a la Señora Santa Ana, quienes son los patronos de los barrios; en la primera se rememora el ritual del “Encendido del Fuego Nuevo” que, aunado a lo autóctono de la chirimía, el huéhuetl y el teponastle, con instrumentos de cuerda europeos, sin faltar las danzas aztecas de los concheros, convierten a la festividad en un espectáculo extraordinario de fuegos pirotécnicos y danzas prehispánicas, para solaz de lugareños y visitantes.
El primer domingo de la fiesta se acostumbra la quema de castillos. Frente a ellos y en el centro de la plaza están los santos, reproducidos en tamaño natural. El fuego consume la pólvora de las estructuras, que miden más de 30 metros cada uno; nunca son menos de siete castillos.
La clausura de la festividad se lleva a cabo mediante una ceremonia conocida como “Chavarrio”, que consiste en la entrega-recepción simbólica de esa festividad, a través de una “Cruz”, que significa la responsabilidad que asume la Mayordomía receptora para llevar a cabo la fiesta del año siguiente. Culmina con la tradicional quema de toritos de luces.
El Pueblo de Santiago Zapotitlán, con el fin de mostrar su fe católica , realiza diversas peregrinaciones, siendo la peregrinación "Acción Católica" a la Basílica de Guadalupe la más importante de la región. Esta se lleva a cavo cada primer domingo del mes de junio desde hace 60 años, siendo este 2013 el año de se 60a aniversario.
http://es.wikipedia.org/wiki/Santiago_Zapotitl%C3%A1n#Or.C3.ADgenes_prehispanicos_de_Zapotitl.C3.A1n
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